El
equipo sacó la casta y el orgullo en el último cuarto con una actuación estelar
de Alberto Abalde para llevarse la victoria. A la undécima fue la vencida y la
fonteta volvió a saborear el triunfo. El encuentro acabó 67-63.
Alcanzada la mitad de la Turkish Airlines Euroleague
recibiendo al Panathinaikos en un encuentro que correspondía a la jornada 15.
El equipo taronja quería romper la mala dinámica que llevaba en la
competición europea. A la lista de bajas ya conocidas de Guillem Vives, Joan
Sastre, Antonie Diot, Latavious Williams , Sergi Garcia se le sumaban Fernando
San Emeterio y la duda hasta última hora de Alberto Abalde .Unos de los
capitanes, Dubljevic ayudaría al equipo sin estar en plenas condiciones, ya que
acabó el partido ante el Zalgiris con molestias.
Panathinaikos visitaba a la
Fonteta como uno de los equipos más en forma de la competición europea, con
ocho victorias. El equipo de Xavi Pascual contaba con su plantilla casi al
completo, excepto el base Nick Calathes.
Sin defender casi durante
los dos primeros minutos, llegó a quedarse con un parcial de cero puntos
durante unos instantes. Tanto fue así que el cuestionado Txus Vidorreta no
tardó en pedir tiempo muerto para intentar reparar el desastre. Al menos consiguió
reducirlo y remontar en el marcador de forma eficaz. El
partido empezaba a cobrar emoción y tensión. La anécdota se produjo cuando
Rudez saltó a la cancha, después de tanto tiempo sin aparecer en por el parqué
de la Fonteta.
Se volvía a repetir, casi la
misma historia en el segundo cuarto, el Valencia Basket empezó dormido.
Despertando a tiempo, para mantenerse vivo en el encuentro. Lojeski fue el
hombre con más peligro del equipo visitante que lo
intentaba poniendo en apuros al equipo taronja. Erik Green
volvía a ser el jugador que hizo vibrar a la Fonteta en sus primeros partidos.
Con esperanzas y un buen rechace de Will Thomas que le cedió en bandeja el
triple a Erik Green acabo el segundo cuarto 32-32 y ambos equipos se fueron al
descanso.
Después del paso por
vestuarios, el equipo taronja sí que fue más, a por el partido. Jugó más con el
corazón que con la cabeza y Alberto Abalde que superó la fiebre cambió el signo
del encuentro. Un tiro de Dubjlevic daba paso al último y decisivo cuarto.
El temor del último cuarto
acechaba al Valencia Basket, una falta de confianza que le ha costado más de un
partido. La Fonteta volvió a ser la caldera taronja que le dio el último
empujón al equipo. El equipo valenciano lo agradeció y después de mucho
tiempo volvió a estar vivo en un último cuarto de la Euroleague . Doornekamp
con cuatro faltas personales jugó al límite y metió dos triples fundamentales,
culminando la victoria por 67-63.
Tras diez partidos de
Euroleague perdidos llegó una victoria muy sufrida y trabajada, con muchas
bajas. Es muy complejo, pero el Valencia Basket conserva la esperanza para
llegar a los play off de la competición europea.
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